- Las tasas de rentabilidad de las actividades de investigación y desarrollo en la agricultura oscilan entre el 30 % y el 40 %
- En lugar de adquirir sistemas para uso exclusivo, las microempresas del sector agrícola tienden a incorporar software de código abierto o pagan por un servicio compartido en la nube.
El sector agrícola está en constante cambio y enfrenta una serie de desafíos únicos y crecientes que demandan una gestión integral y eficiente. Las empresas agrícolas, grandes o pequeñas, deben manejar una serie de variables complejas como la estacionalidad, la gestión de recursos naturales limitados, la optimización de los costos, y la dependencia de factores externos como el clima y las fluctuaciones del mercado.
Es por esto que la agricultura se está viendo forzada a una transformación profunda impulsada por la tecnología. Según el informe “Digitalización y cambio tecnológico en las mipymes agrícolas y agroindustriales en América Latina” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA), tan solo el 4% de las empresas del sector agropecuario consideran que cuentan con una estrategia digital, lo que resulta en un escenario preocupante en el panorama actual.
A medida que las empresas buscan mejorar su eficiencia y mantenerse competitivas, soluciones como los sistemas ERP están ganando terreno como herramientas clave para optimizar los procesos y gestionar operaciones de manera más ágil. Estas plataformas permiten centralizar y automatizar diversas áreas, posicionando en este caso a los negocios agrícolas para adaptarse mejor a los desafíos de un sector en constante cambio.
En el sector agrícola se involucra una compleja cadena de suministros que abarca desde la gestión de insumos como semillas, fertilizantes y maquinaria, hasta la distribución final de los productos. Un ERP permite tener un control centralizado sobre estos recursos, optimizando la asignación y reduciendo los costos asociados.
Otra prioridad radica en la necesidad de garantizar la calidad de los productos y cumplir con las normativas. Esta se puede contrarrestar por medio de la trazabilidad, pues el seguimiento detallado de un lote desde su origen hasta su distribución facilita la tarea de detectar a tiempo problemas de calidad frente a los cuales, gracias a la herramienta, se daría pronta solución.
Entre los beneficios de implementar un ERP se encuentra también evitar pérdidas por exceso o escasez gracias a herramientas de predicción de demanda, el manejo eficiente de los inventarios por medio de la gestión en tiempo real, la automatización de procesos administrativos como la facturación, el manejo de nómina y la contabilidad, que contribuye no solo a la eficiencia sino al control financiero interno.
El ERP de Defontana automatiza procesos como la facturación, la contabilidad y la gestión de nómina, aliviando la carga de trabajo manual y reduciendo la posibilidad de errores. Esto se traduce en una mayor eficiencia operativa, permitiendo que los agricultores se centren en lo que realmente importa: la producción y el crecimiento sostenible.
Sostenibilidad, clave en la transformación digital del sector agrícola
Además, uno de los mayores beneficios de contar con un ERP es la capacidad de tomar decisiones basadas en datos precisos y en tiempo real. El acceso a reportes detallados sobre el rendimiento de los cultivos, los costos operativos y el uso de recursos, ofrece a los empresarios agrícolas una ventaja competitiva al permitirles ajustar sus estrategias rápidamente ante cualquier cambio en las condiciones del mercado o del clima.
Esta herramienta no solo ayuda a optimizar la producción y reducir costos, sino que también juega un papel importante en la sostenibilidad. Al monitorear y controlar el uso de recursos, las empresas pueden implementar prácticas más sostenibles y cumplir con las normativas ambientales locales e internacionales. Teniendo en cuenta que a nivel social es cada vez mayor la preocupación por cuidar el medio ambiente, contar con herramientas que faciliten la sostenibilidad es crucial para cualquier empresa agrícola que quiera mantenerse competitiva.
Maria Victoria Delgado, gerente de Defontana, asegura que “la implementación de un ERP como el de Defontana no solo transforma la forma en que las empresas agrícolas gestionan sus operaciones, sino que también las prepara para enfrentar los desafíos futuros del sector”, y añadió que “esta transformación va mucho más allá de la simple automatización de procesos; implica una reingeniería completa en la forma de tomar decisiones, optimizar recursos y adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado y del entorno global”.
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